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El Simbolismo y la música

El apartado poético del siglo XIX, dota de una gran extrañeza de convertir la sutil y cálida luz de las lámparas en la más misteriosa oscuridad, acontecimiento que durante los tiempos de Joy Division y de los años 80’s en adelante, se  consideró de igual manera en sonido y voz de David Bowie, Iggy Pop, Siouxsie and the Banshees, Roxy Music, Velvet Underground, Patti Smith, The Smiths, Radiohead, Portishead, Nick Cave And The Bad Seeds, Jonny Cash,  Jim Morrison y Kurt Cobain,The Cure, Bob Dylan, Alcest, Amesoeurs, Lantlos, Peste Noire, Sigur Rós, Her Name Is Calla, Múm, Picastro y una lista, casi interminable, de músicos y bandas que aportan sus enfermedades poéticas a un público específico.

 

En contra parte, existen grupos que nos ofrecen singularidades de post-rock, donde su musa se refleja en sonidos melódicos e instrumentales; es aquí donde exponen de manera no verbal la aflicción de la vida de una forma armoniosa. Sus interpretaciones van del dolor dulce al despedazamiento y desconsuelo por completo y, al final, el oyente puede terminar con una sonrisa en el rostro sin temor alguno. Ejemplo de estas bandas son, la más representativa de México, Austin Tv; extranjera, Mogwai, God Is An Astronaut, Explosion In The Sky, Mono, Hammock, Caspian, This Will Destroy You, The Calm Blue Sea, Euphoria, Pg. Lost, entre otra más.


Estas corrientes musicales, expresan un nivel de nostalgia y de estética que es representativa del Simbolismo contemporáneo, no sólo en cuestiones lingüísticas, sino también en cuestiones musicales, ya que no sólo se describen las atmósferas poéticas en la letra de la canción, sino que se complementan con composiciones de melodías complejas entre la concepción y creación de la pieza.

 

 

 

 

 

Madrugada del domingo 18 de Mayo de 1980
Deborah deja a Ian solo. Ian había estado viendo Stroszek, una película de Herzog acerca de un músico alemán que va a América donde le abruma la alienación cultural hasta llegar al suicidio.
Ian pone una y otra vez la canción “Idiot” de Iggy Pop.
Ian escribe una nota a Deborah.
Ian va a la cocina, se enrosca en el cuello una cuerda que cuelga del techo, sube a la banca y brinca.

En la modernidad, durante los años 70’s, surge el post-punk a partir de Joy Division y, con ellos, una herencia colosal de resurrección simbolista. Nos retornan a la exposición del sufrimiento como parte de la naturaleza del hombre y sobre todo como la parte, puramente estética, del arte en general, pues se considera que “el melancólico tiene el temperamento más rico de todos”, según expertos.

 

Antes, la poesía se musicalizaba por sí sola, a través de sus letras como cantos al antagonismo de la felicidad y bienestar. Actualmente, dicha lírica se ha transformado en una industria musical del post punk, post-rock, shoegaze y black metal, entre otros géneros; que obtienen gran influencia de la literatura Simbolista; un ejemplo de ello es la banda francesa de shoegaze Les Discrets, quien su líder, Fursy Teyssier, ancla en la poesía de Paul Verlaine como influencia máxima de la tristeza y el luto. Un ejemplo de ello es su canción Une Matinée D'hiver (Una Mañana de Invierno) en la cual escribe:

 

“Así que hicimos este viaje una tarde de otoño. Apreciamos copos al pie de la montaña y dormimos cerca, tomados de la mano. Sonrío ahora a los cielos grises de septiembre y flotando en el infinito en una mañana de invierno.”


Mientras que Paul Verlaine lo expresa así en “Canción de Otoño”:


“Los sollozos más hondos del violín del otoño son igual que una herida en el alma de congojas extrañas sin final. Tembloroso recuerdo esta huida del tiempo que se fue. Evocando el pasado y los días lejanos lloraré. Este viento se lleva el ayer de tiniebla que pasó, una mala borrasca que levanta hojarasca como yo.”

 

Ian Kevin Curtis se suicida el 18 de Mayo de 1980 en la cocina de su casa a los 23 años de edad. Las razones son lógicas: epilepsia, depresión, problemas maritales y emocionales, adicción a los fármacos, cansancio de todo y de todos.

 

Su vida se encuentra redactada en las letras de canciones que escribió para Joy Division, banda de la que fue vocalista, todas éstas de índole simbolistas y oscuras: legado de la subcultura gótica.


Las raíces simbolistas se desprenden durante el siglo XIX en los subsuelos de París, muestra una afinación poética basada en el romanticismo, el subjetivismo y  hermetismo.

 

Este movimiento se inclina a una expresión de sensibilidad, objetividad y verdad drástica a la vida social y artística, así como sublimar la repugnancia y el dolor; todo ello, orilló a sus exponentes a la búsqueda de un lenguaje inmaculado y misterioso.

 

Sus precursores son denominado Poetas Malditos, más allá de su calificativo, hace referencia a una de las obras literarias más representativas del Simbolismo, escrita por Paul Verlaine, quién musicaliza cada uno de sus versos sometiendo al lector en una atmósfera poética con alusión a lo sensible y, donde recolecta el genio de otros poetas como Tristan Corbière, Arthur Rimbaud, Stéphane Mallarmé, Marceline Desbordes-Valmore, Villiers de L'Isle-Adam, lo cual los convierte en su maldición y narra la vida trágica de cada uno de ellos de manera desigual. Verlaine, en su libro “Las flores del mal” (donde expone a los poetas malditos), inicia su redacción con un referente a de Charles Baudelaire,dice:

 

“Afana nuestras almas, nuestros cuerpos socavan

La mezquindad, la culpa, la estulticia, el error

y, como los mendigos alimentan sus piojos,

nuestros remordimientos, compacientes nutrimos”

 

He aquí una definición exacta del Simbolismo, en donde se reencarna el dolor en la poesía.
 

 

Por Alejandra Piña
Cuna  de la melancolía y de losPoetas Malditos

Ian Kevin Curtis.

"Temperamental, depresivo, antisocial. Una de las características más prominentes del melancólico se refiere a los vaivenes de ánimo. En algunas ocasiones se siente transportado a tales alturas que obra como si fuese un sanguíneo y en otras, se siente tan deprimido que quisiera deslizarse por debajo de las puertas. "

La diferencia entre “Por encima de estanques, por encima de valles, de montañas y bosques, de mares y de nubes, Más allá de los soles, más allá de los éteres, Más allá del confín de estrelladas esferas…” de Baudelaire y de “Fotos, marrón alrededor de los bordes, los lugares que ocupan en medio paredes vacías. Como recoge el polvo lo hacen los recuerdos del pasado de un niño. Sana las heridas que se abrieron de nuevo y las letras en la más estricta confianza para que el mundo vea…” de Ian Curtis, se diferencian tan sólo por época, porque el goce a la tortura es el mismo.

 

Quién  ha gozado de estremecerse entre las hierbas húmedas de los escritos de poetas y músicos-poetas del Simbolismo podrá percibir en el lugar en donde se encuentre ese aroma fresco de las montañas y de la soledad. Quién lee, sin ir muy lejos, a Edgar Allan Poe, puede darse cuenta de la vida trágica de él y de cada uno de los exponentes se basa en la adicción a melancolizarse y convertir el al dolor en una especie de placer que sienta bien. La clave es no tener miedo.

Charles Baudelaire

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