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Es enorme la pérdida para el país, no sólo para los ciudadanos y amigos; sino para los perros, los gatos, los toros que el protegía, las feministas, las minorías sexuales, es que Carlos estaba en todo, los jóvenes pintores, los artistas y poetas, porque su campo de acción era bárbaro; en palabras de Elena Poniatowska, fechado un 19 de Junio de 2010, puntuando lo que era Monsiváis para México. Es así como ENTER, rememora a este insigne escritor mexicano.

 

La curiosidad, es aquella que lleva a grandes hallazgos y como periodistas debemos ser tenaces defensores de la curiosidad, como un artilugio de trabajo, a la hora de nuestra labor periodística al informar. Sin esta curiosidad gran parte de la información, quizás no se hubiese convertido en noticia, el curioseo llega a ser la cabeza de el ver detrás de lo que a simple vista es algo más se convierta en el origen de titulares, reportajes o entrevistas. A Monsiváis le valió su eficaz escritura, la capacidad de síntesis, su amplia cultura y sobre todo su curiosidad, esclarecer aspectos prioritarios de la vida cultural y política mexicana del pasado y el presente.

Un joven indiscreto, rebelde y divertido es como algunos diarios así lo describen, su tema era la vida, la gente, la sociedad; escuchando, observando, aprendiendo y pensando fue que hizo enriquecer a este personaje, pues para él un mitin político o discurso presidencial, era igual de sustancioso que un baile de sonideros a media calle; prestando a cada pormenor atención de cada uno de sus alrededores es lo que involucraba en sus textos.

 

A tres años de su muerte sigue sin esclarecerse la situación de sus 13 gatos, siguen rumoreándose su presunto destino, el sacrificio, donación a un albergue y por último que se hayan dado a gente para que cuidasen de ellos, 3 años sin Monsiváis la conciencia nacional de este país según algunos críticos que así lo solían llamar. El dramaturgo hubiese cumplido 75 años el 4 de mayo, la última de sus obras titulada “Apocalipstick", hacía referencia a una visión general de lo que había sido el bicentenario en América Latina, y no era un simple análisis sabido que cada país hizo específicamente México, recordando de una forma muy alusiva las situaciones por las que se vivieron en aquel entonces.

 

Ese era Carlos Monsiváis Aceves, el mexicano que interesado en la música le compone a Botellita de Jerez canciones, participe de movimientos sociales, todos los comentarios que hacía eran muy apropósitos e inteligentes, podemos decir que murió; siendo una inexactitud, debido a que deja un legado vasto, impresionante e imprescindible para cualquier persona, siendo autor de ensayos, fábulas, biografías, difusor de la cultura, exaltando la vida cotidiana del mexicano y su arte por mencionar lo sobresaliente de su trabajo.

 

Así que podrán pasar 3 años o más, pero es inequívoco, que los mexicanos olvidemos a tan entrañable personaje, probablemente por lo que debemos “preocuparnos”, es el no permitir que dejen de trascender estos conocimientos, aunque para algunos no haya sido de ejemplo o alguien loable, por lo certero en sus comentarios, incómodo por su crítica; cualquier entrada de conocimiento hacia cualquier individuo no es mala siempre hay algo que ganar, con la partida de Monsi, México pierde una parte de su aliento, de su mirada, de su voz; pero gana el camino trazado de la libertad de pensamiento ejercida por quien supo descifrar, con sus crónicas, a su país y a su gente a mediados del siglo pasado y principios del siglo XXI.

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